7.35

Ahora resulta que todos le adoramos, si bien mi caso tiene mas merito. Le conoci hacia la medianoche en el costado sur del rio North Saskatchewan. Llevaba un buen rato recostado en el esplendido puff de la parejita de compis de piso, donde me podia tumbar durante horas viendo la serie nueva de Galactica o alguna peli de John Cusack, como no. Creo que debi llegar bastante tarde tras una jornada nocturna en la oficina y como siempre, me servi mi californiano con una cerveza. Enchufe la tele, no se que cadena era, pero alli estaba el, sentado en la barra de un cafe castizo declarando un amor imposible con la complicidad de individuos que por sus facciones me retrotraian a los viejos tiempos, aquellos en Celtiberia, los de los churros, la canyita, los chinos, el mus, el cortado de maquina y el cigarrito de medio lao. Nacho Vigalondo, va por ti..